Dentro de la circunferencia

  Me tragué las palabras que sabía que no querrías escuchar más. Y no, no es que el olvido haya borrado tu recuerdo, ni que el tiempo haya cambiado este amor que me acompaña bajo la piel. Todo permanece intacto en el interior, como si se hubiese congelado después de eso, pero sin ser frío.

  Me tragué las palabras para traducirlas desde dentro y hacértelas llegar de algún modo. Bailarte un "te quiero" de cuatro minutos que, aunque no entiendas, te remueva por dentro. Que lejos de comprenderlo, sea como lluvia sobre tierra.

  Porque sí, esto no ha sido más que lo que me dejó la lluvia aquel día.

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