Segundo
En el momento de
encender la vela de
aromas incandescentes niebla
el otoño de los
calígrafos perdidos.
No encuentro sucesión
en los caminos de la
sincronía piramidal.
Mas vuelvo por senderos
de cristal válidos
que rompen
de tres en tres los
esquemas durables sin pétalos.
En cada retablo construyo
los honores que me
estabilizan en la memoria
de los abrazos.
Y dos hojas de amores
comprimidos sin
sensaciones comparables
al manotazo de tu puerta
en mi cara cuando cierro
los hombros.
No y por supuesto
siempre a tu
expectativa siniestra.
encender la vela de
aromas incandescentes niebla
el otoño de los
calígrafos perdidos.
No encuentro sucesión
en los caminos de la
sincronía piramidal.
Mas vuelvo por senderos
de cristal válidos
que rompen
de tres en tres los
esquemas durables sin pétalos.
En cada retablo construyo
los honores que me
estabilizan en la memoria
de los abrazos.
Y dos hojas de amores
comprimidos sin
sensaciones comparables
al manotazo de tu puerta
en mi cara cuando cierro
los hombros.
No y por supuesto
siempre a tu
expectativa siniestra.
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